La exposición es el resultado de mi propia experiencia en la busqueda del silencio.
Un silencio poético, místico, misterioso, mágico e incluso físico.
Finalmente he terminado encontrando el silencio en mi propio silencio.
El reto fue encontrar un lugar donde se dieran las circunstancias del silencio en positivo y ninguna o pocas de las negativas, un lugar donde el silencio fuera imprescindible.
Los caminos al silencio me llevaron hasta el interior de una bodega subterránea -Bodegas Bruguerol- un lugar donde el silencio se palpa donde el descanso y los sueños son obligatorios.